Cuando me mudé todo el tiempo pensaba en cómo iba a decorar el nuevo espacio: veía ideas en blogs, referencias en instagram, revistas, en fin. Decoradora en potencia a la vista.
Le pregunté a mi yo del futuro: ¿Quieres vivir en un lugar con estilo minimalista o así todo blanco y negro, o con elementos de mucho color? A lo que mi yo del futuro me respondió siempre amablemente: lo que puedas pagar mamita.
Oh! triste realidad en que tener cosas que te gusten cuesta caro y uno tiene un departamento sin amoblar, muchas referencias y poco dinero. En fin, luego de comprar lo básico necesitaba mesas. Una mesa donde comer, usar la compu o dibujar, que para mi hermana es más vital que comer. Y una mesa de centro que haga que la sala se vea menos vacía y que sirva para poner la tele, el Play y demás.
Google y Pinterest nos dieron montones de ideas como estas. Para la mesa de comer/trabajar, las referencias fueron estas:
Los parantes/caballetes de madera que pensamos serían difíciles de encontrar resultaron ser lo más accesible. En Maestro los encontramos y se llaman «perros de madera», S/ 40 cada uno. El problema era el ancho que tenían, casi un metro, la mesa + banquitos no entraba en donde queríamos ponerla 😦 .
Un poco sin rumbo, perdidas caminando por la tienda, vi una mesa de dibujo técnico: Soporte metálico y base de madera, con un mecanismo super simple que permite ampliar el tamaño de la base. 50cms de ancho a S/40: comprado! Por la hora y el bulto de la mesita no pudimos comprar una de las tantas tablas que también venden ahí pero fue mejor. Ese fin de semana, andando por el mercado de Surquillo encontramos un cuadro de madera que resultó perfecto soporte de mesa. Sobre la mesa de dibujo pusimos el cuadro y listo! Mesa de comedor armada en minutos:
La mesa de centro resultó más trabajosa de hacer, las referencias fueron estas mesas de pallets:
De nuevo, los pallets fueron lo más fáciles de conseguir. A dos cuadras de donde vivo hay una tienda de venta de resmas de papel y los tienen amontonados. Le pregunté amablemente al vigilante donde podía conseguir unos iguales y él amablemente me contentó: aquí mismo señorita S/ 10 cada uno.
OMG!!!! démelos todos! gritaba por dentro, pero por fuera mantuve la calma y mostré desinterés. Me dejaron escoger los que quería, y es que están apiñados al aire libre entonces algunos están muy sucios o un poco quiñados en las esquinas pero había tantos que pude escoger los dos que quería. #wujuuuuu
Ya investigando aprendí que no bastaba con pintarlos y listo porque si no pueden salirle bichitos de la madera o por la humedad honguearse y… te quedas sin mesa.
Los pasos DIY a seguir fueron:
1.- Lijar los pallets: compré 3 tipos de lijas, de gruesa a suave. La primera lijada fue con la lija más gruesa que me arruinó las uñas pero dejó la madera de los pallets suave, suave.
2. Aplicar piroxilina para madera que es lo que sella los poros e imperfecciones. En un balde puse un poco de piroxilina (te venden una lata que puede ser mucho) y le agregué disolvente aguarrás (en Sodimac me recomendaron aguarrás mineral pero no sirvió, al final usé aguarrás normal de la ferretería). Esa mezcla se la apliqué a los pallets por todos lados con una espátula.
3.- Luego, volver a lijar con la lija que era un poco menos gruesa hasta que pases la mano y sientas que está homogéneo.
4.- Yo quería la mesa marrón así que compré colorante de madera color «nogal» y se lo apliqué a los pallets con una brocha por todos lados. Quedó marrón por estar sobre la piroxilina blanca pero si lo aplicas sobre el pallet natural queda más claro. Aunque los pallets que he visto son pálidos, si quieren que el pallet mantenga su color original o que se vean las letras que hayan podido venir impresas, pasar del paso 1 al 5 de frente.
5.- Luego de aplicar el color, en Sodimac me sugirieron lijar nuevamente con la lija más suave pero a ver líjelo usted señor vendedor no lo vi necesario , así que apliqué la laca/barniz final.
Yo usé dos pallets pero la quería más alta y movible así que compré 4 ruedas grandes y las pequé en las esquinas. No fue necesario fijar los pallets uno con otro porque pesan tanto que cuando se mueve la mesa se mueven juntos.
Me tomó un mes, entre que avanzaba la mesa luego del trabajo y cuando tenía ganas, pero la amo. No solo porque me gusta como se ve, sino porque la hice yo. Me retó bastante usar las herramientas, hacer mezclas, lijar con la furia, llenar mis pulmones de polvo de lija, piroxilina y quién sabe qué más. Pero en fin, disfruté el proceso.
No pongo más detalles o recomendaciones porque ya sería demasiado pero, entendí un poco más por qué las mismas mesas de pallets artesanales cuestan un poco caro y es que los pallets pudieron costar S/10 pero fue bastante trabajo.
Igual, compren sus pallets y pónganles laca nomás, también quedan lindos!
– Marina